De modelo a musa: Ser la favorita de la marca: el verdadero “goal”

Hay algo que siempre me ha llamado la atención en esta industria: una modelo puede salir en una campaña global y desaparecer al año siguiente… mientras otra, sin tanto ‘hype’, termina siendo la imagen recurrente de una marca por temporadas. ¿La diferencia? Vision + Relación. 

Yo soy fan de las relaciones a largo plazo. Con tu agencia, con los fotógrafos… pero sobre todo, con las marcas. Ser “la modelo de confianza” de un cliente es mucho más que un buen casting. Es consistencia, visión, y un tipo de profesionalismo que no se enseña en ningún lugar.

Aquí te comparto lo que he aprendido (a veces por ensayo y error y con el excelente ejemplo de mis modelos) sobre cómo crear una conexión real y duradera con una marca:

Foto: Carmen Maldonado / AREA STUDIOS

1. No solo llegues, llega list@

Parece obvio, pero ser puntual, tener buena energía, llegar con todo lo necesario (ropa interior, zapatos, piel cuidada, cabello limpio, cero drama) te diferencia desde el día uno. Las marcas recuerdan quién les hace el trabajo fácil… y quién no.

2. Haz más de lo que te piden

El modelaje no es solo pararte frente a una cámara o caminar en una pasarela. Ser modelo es también ser parte activa del proceso creativo. Una modelo que se limita únicamente a “hacer lo que le dicen” cumple, sí, pero una que se involucra y aporta con respeto y criterio, se convierte en un verdadero activo para la producción.

Recuerdo una campaña en la que la lluvia arruinaba todos los planes. El ambiente estaba tenso, el cliente estaba preocupado, y en ese momento decidí proponer una idea que cambiara el mood. Esa idea terminó siendo la foto principal de la campaña. No me olvidaron por mi look ni por mi pose, sino porque fui parte de la solución en un momento de crisis.

Ser proactiva no significa “meterse en todo” ni sobrepasar límites. Significa observar, estar presente y tener la sensibilidad de aportar cuando puedes marcar la diferencia. Es mostrar iniciativa con respeto, estar dispuesta a adaptarte, y traer creatividad y energía positiva al set.

Una modelo proactiva:

  • Llega con la mente abierta a cambios: no todo saldrá como se planeó, y tu flexibilidad es clave.

  • Se adelanta a las necesidades: desde estar lista antes de que la llamen hasta colaborar en lo que haga falta.

  • Propone, inspira y eleva la dinámica: un pequeño gesto puede transformar la experiencia de todo el equipo.

  • Se convierte en alguien que los clientes quieren tener siempre cerca, porque saben que aporta más allá de lo esperado.

En una industria donde muchos talentos compiten por los mismos espacios, ser proactiva es lo que te distingue. Las marcas recuerdan a quien resuelve, no a quien complica. Y esa huella que dejas es la que abre la puerta a repetir trabajos, a convertirte en la modelo que todos quieren en sus sets.

3. Cuida tu actitud, incluso cuando no estás frente a cámara

En el modelaje y en la representación de marcas, tu actitud es tu carta de presentación más poderosa. Una foto impecable o un desfile exitoso pueden abrirte puertas, pero es tu manera de relacionarte con las personas la que decide si esas puertas permanecen abiertas o se cierran para siempre.

He escuchado a clientes decir: “la foto salió perfecta, pero no queremos volver a trabajar con ella por la forma en que trató al equipo”. Esa frase resume una de las realidades más duras y más importantes de la industria: la técnica y la belleza no alcanzan si tu actitud no está alineada con el profesionalismo y el respeto.

Por el contrario, también he visto modelos que se transforman en musas de una marca, no solo por su imagen, sino por su humildad, su disposición y la energía positiva que transmiten en cada interacción. Ser puntual, agradecer, escuchar y mostrar empatía son cualidades que te convierten en alguien memorable y confiable.

La industria es más pequeña de lo que parece. Las recomendaciones vuelan: si tienes una mala actitud en un set, ese comentario no se queda ahí. Corre entre diseñadores, fotógrafos, marcas y productores, y puede costarte futuras oportunidades que jamás llegues a conocer. Una sola experiencia negativa puede arruinar meses o años de construcción de carrera.

La ecuación es simple:
👉 Actitud > Ego. Siempre.

El talento, la belleza y la técnica te ponen en el mapa, pero tu actitud es la que define cuánto tiempo te quedas en él.

4. Demuéstrales que entiendes su ADN

Si compartes contenido de la campaña en tus redes, hazlo con intención. No subas solo una historia genérica. Muestra cómo conectas con su visión, lo que te gustó del proyecto, qué representa para ti. Eso crea vínculo emocional… y los clientes lo notan.

5. Mándales seguimiento

Después de un buen trabajo, me gusta enviar un mensaje agradeciendo la experiencia, destacando algo puntual que me gustó, o hasta preguntando si les gustaría que les comparta más contenido para sus redes. Es sutil, pero abre la puerta a futuras colaboraciones.

6. Sé coherente con tu imagen digital

Si una marca ve que después de trabajar contigo publicas contenido que va en contra de sus valores, probablemente no vuelvan a llamarte. Tu feed no tiene que ser perfecto, pero sí coherente con la industria en la que te estás posicionando.

7. Hazlos parte de tu historia

He trabajado con marcas que me vieron crecer, literal. Algunas me han dicho: “Queríamos alguien como tú, pero al final te queríamos a ti”. Esa frase me marcó. Cuando construyes una historia juntos, la conexión deja de ser solo laboral… y se vuelve emocional.

Las marcas no buscan solo una cara bonita. Buscan una conexión, una experiencia, y a alguien que represente sus valores.

Y tú puedes ser esa persona. Ser su musa.

Besos

— Ale

Foto: Down to XJabelle

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