Las Reglas No Habladas Que Toda Modelo Debe Saber Antes de Llegar a Set
El mundo del modelaje tiene sus códigos, su ritmo y su propio lenguaje. Más allá de la pose perfecta o el look ideal, existen pequeñas reglas no escritas que marcan la diferencia entre una modelo profesional… y una inolvidable. Son esas actitudes silenciosas que hacen que los equipos quieran volver a trabajar contigo una y otra vez.
Aquí te comparto las reglas no habladas que toda modelo debería conocer antes de llegar a un set:
1. Llega list@, no ‘apenas llegando’
Tu llamado puede decir 7:00 a.m., pero eso significa estar en el lugar a esa hora lista y con todo lo necesario, no apenas despertando.
Llega con tiempo, desayunad@, con la piel limpia, el cabello seco y las uñas cuidadas. La puntualidad es respeto — y respeto es reputación.
2. La energía se siente (y se agradece)
Un buen set vibra alto cuando el o la modelo llega con buena actitud.
Saluda, sonríe, conéctate con el equipo. Aunque estés cansad@, aunque el día sea largo — tu energía puede cambiar todo el ambiente.
3. La discreción es importante
Lo que pasa en set, se queda en set.
Nunca comentes sobre looks, casting decisions, si te gusta o no el look que vas a modelar, dinero o temas del cliente. La profesionalidad se mide también en tu capacidad de mantener la privacidad del trabajo.
4. Sé parte del equipo, no el centro
Sí, tú eres el rostro de la campaña, pero también hay un fotógrafo, maquillista, stylist, asistente y productor haciendo magia.
Trátalos con el mismo respeto. Un “gracias” o un “¿cómo va todo?” puede dejar una huella más fuerte que cualquier foto.
5. Escucha y adapta
Cada fotógrafo tiene su estilo y cada marca su lenguaje visual.
Aprende a leer lo que quieren: el ritmo del disparo de cámara, la música, las referencias. Las modelos más versátiles no son las que más posan, sino las que más entienden lo que el set necesita.
6. Cuida tu presencia digital
A veces, el cliente te busca antes de conocerte.
Evita publicar contenido del set sin permiso, y si puedes compartirlo, etiqueta correctamente. Una buena modelo no solo posa bien: también representa bien.
7. Los pequeños detalles cuentan
Desodorante invisible, ropa interior sin costuras, un bolso con básicos (snacks, cargador, agua, toallitas, brochas).
Ser precavida es ser profesional. Nunca sabes cuándo tendrás que improvisar.
8. Sé amable, incluso fuera de cámara
Los equipos recuerdan más cómo los hiciste sentir que cómo posaste.
A veces los próximos castings no vienen por tu portafolio, sino por alguien del crew que dijo: “fue un placer trabajar con el o ella.”
9. No compitas, conecta
Cada modelo tiene su propio brillo. La seguridad real no busca opacar — ilumina.
Admira, aprende, comparte. La industria es pequeña, pero las buenas relaciones hacen que todo sea más grande.
10. Deja una buena impresión (literal y emocional)
Al irte, despídete, agradece, y si puedes, envía un mensaje corto de agradecimiento a quien te contrató. Esa atención extra puede abrir puertas que ni imaginabas.
11. Entiende tu poder frente a la cámara
No estás solo siendo fotografiada: estás contando una historia con tu cuerpo.
Un gesto puede cambiar el mensaje completo.
Cuando comprendes eso, pasas de modelo a narradora visual.
12. La paciencia también es parte del trabajo
A veces los sets se atrasan, el maquillaje se rehace tres veces o el clima no coopera.
En esos momentos, la modelo profesional no se queja: respira, observa y habla con su agent.
13. La transparencia te ahorra malentendidos
Si tienes un compromiso con otra marca, agencia o contrato, dilo desde el inicio.
Ser honesta no te resta oportunidades, te da confianza. Las agencias prefieren una modelo que comunica antes que una que por tomas mas trabajos, se comporta de forma oportunista.
14. Agradece siempre, incluso cuando no te eligen
No todos los “no” son fracasos. A veces son pausas.
Responder con gratitud, sin rencor, deja la puerta abierta para futuras oportunidades.
Y muchas veces, esa puerta se vuelve a abrir cuando menos lo esperas.
15. Nunca cruces la línea del respeto
Puede haber momentos tensos, creativos, o incluso incómodos.
Pero la línea entre lo profesional y lo personal nunca debe difuminarse.
Aprende a identificar comportamientos inapropiados — y a poner límites con calma, sin miedo, y con total dignidad.
En una industria donde todo gira en torno a la imagen, las luces y la perfección, lo que realmente distingue a una modelo no es su altura, su rostro ni su portafolio: es su ética, su energía y su forma de estar.
Las reglas no habladas del modelaje no se aprenden en una clase, se aprenden viviéndolas — siendo puntual cuando nadie te ve, agradeciendo cuando el día fue largo, cuidando tus palabras, tu actitud y tu nombre.
Ser modelo no es solo posar; es crear un espacio de respeto, inspiración y profesionalismo donde cada persona se sienta parte de algo más grande.
Porque al final, las luces se apagan, las campañas cambian y los años pasan…
pero la forma en que trataste a los demás, esa sí es la fotografía que nunca se borra.